La colocación de un implante no supone un dolor que incapacite al paciente tras su colocación, por norma general es menos doloroso que una extracción dentaria y suele conllevar menos sangrada, las molestias pueden ser de entre 2 y 4 días.

Dependiente siempre de si solo es la colocación de implante o si hay que hacer alguna intervención más como injertos o expansiones.