¿Sabes la verdadera historia del Ratoncito Pérez?

¿Sabes de donde viene la leyenda del Ratoncito Pérez?

Pocos sabemos de dónde viene la verdadera historia del Ratoncito Pérez, pero todos nos hemos acostado con un diente bajo la almohada esperando un premio a la mañana siguiente e incluso nos hemos pasado una noche esperando ver al famoso Ratoncito Pérez.

Dicen que su creador es el padre Luis Coloma Roldán escritor, periodista, sacerdote y miembro destacado de la Compañía de Jesús y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1908>

Desde palacio le vino un encargo para que creara un cuento para el Rey Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años, porque se le cayó un diente. Era un niño un poco miedoso e inseguro y la pérdida del diente le entristeció mucho.

Al padre Luis se le ocurrió la historia protagonizada por el rey Bubi. Dicho cuento es el viaje que realiza el pequeño Bubi convertido en ratón de la mano del Ratón Pérez para que conociese cómo vivían sus pequeños súbditos. El rey aprendió valores como la valentía, el cuidado de sus súbditos y la generosidad.

Este cuento permitió fijar la tradición de regalar una moneda a cambio del diente que se dejaba bajo la almohada, esta tradición también se realiza la mayor parte de Hispanoamérica.

Hasta cuenta con un museo propio en la calle Arenal número 8 donde vivía en una caja de galletas en la Confitería Prast . Este ratón era pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro, zapatos de lienzo y una cartera roja, terciada a la espalda.

El ratoncito Pérez ha sido protagonista de gran cantidad de relatos, cuentos y dibujos, desde entonces. Aumentando así la magia y la ilusión de los más pequeños al perder los dientes de leche.

Esta es la versión más bonita del relato, aunque hay otra teoría algo menos entrañable que la del cuento creado para el Rey Alfonso XIII de la verdadera historia del Ratoncito Pérez.

Hay otra leyenda que proviene del siglo XV. En época de crisis, la gente que vivía en el campo comenzó a cazar ratas para comérselas, debido a la hambruna.

La debilidad de los ratones por el queso, empezaron a arrancarse los amarillentos dientes como cebo, como se quedaban sin sus dientes optaron por arrancar los dientes de leche de los niños. Como recompensa recibían un regalito por parte de los mayores.

Particularmente queremos quedarnos con la primera encantadora historia, y seguir viendo al Ratoncito Pérez como un dulce ratón que vive en una caja de galletas y lleva sombreo y lentes.

Fuentes de información

http://cvc.cervantes.es/actcult/raton/cuento.html

Página web Casa Museo del Ratoncito Pérez

http://www.casamuseoratonperez.es